Antígona cierra la trilogía edípica de Sófocles. A diferencia de las otras dos –Edipo Rey y Edipo en Colona– Antígona es la primera gran obra sobre la libertad, el amor fraternal y el derecho natural frente a los despotismos. Hoy se diría que es la reafirmación de los derechos humanos, es decir, de la cultura occidental misma. Bellas y misteriosas, estas composiciones trágicas llevan el signo de una civilización que supo y pudo convivir con el mito y la razón, con lo mágico y lo veraz, con la oscuridad del alma y con su luz. La fábula de esta muchacha valiente y mártir representa el enfrentamiento entre dos razones: la del corazón y la de la política. Esa muchacha, que muere año a año en cientos de escenarios del mundo, reafirma con su pasión la libertad individual, la conciencia, la dignidad humana y el compromiso personal.